¿Por qué se produce el mal olor corporal?
Para muchas personas,
el olor corporal es un desafortunado efecto secundario de su vida cotidiana y
es causado por las bacterias en la piel que rompen las moléculas secretadas
naturalmente presentes en el sudor. Lo cierto es que los olores del cuerpo
humano contienen una rica variedad de componentes químicos que pueden
transmitir varios tipos de información social.
Hasta tal punto se ha
investigado esta singularidad, que lo investigadores los han clasificado teniendo
en cuenta que las características de la percepción de estos olores cambian
durante el transcurso de la vida, al igual que las concentraciones de los
productos químicos subyacentes; del mismo modo se ha tratado de averiguar qué
provoca que esos olores sean desagradables.
Ahora, hemos dado un
paso más e investigadores de la Universidad de York, en Reino Unido, en
colaboración con Unilever, han estudiado el microbioma de las axilas e
identificado un conjunto único de enzimas en la bacteria 'Staphylococcus hominis'
que es eficaz a la hora de romper las moléculas de sudor en compuestos
conocidos como tioalcoholes, un componente importante del característico hedor
del olor corporal.
En el trabajo,
presentado en la Conferencia Anual de la Sociedad para la Microbiología General
que se celebra en Birmingham, Reino Unido, el equipo de científicos evaluó la
capacidad de más de 150 bacterias aisladas de muestras de piel de la axila para
producir malos olores.
Luego, identificaron
los genes que codifican las proteínas responsables de la producción de los
tioalcoholes, que son acres en pequeñas cantidades, como una parte por trillón.
Un gen en particular presente en 'S. Hominis' se encuentra también en otras dos
especies de 'Staphylococcus', que tambien mostraron ser fuertes productores de
tioalcohol.
Para confirmar que
estos genes eran necesarios y suficientes para la producción del mal olor, el
equipo los llevó a la bacteria de laboratorio 'Escherichia coli', que fue
entonces capaz de producir el mal olor corporal cuando se cultivó en presencia
de moléculas de sudor humano.
"Este trabajo es
un avance significativo en nuestra comprensión de los procesos bioquímicos
específicos involucrados en la producción del olor corporal. Fue sorprendente
que esta vía en particular del olor corporal se rige por sólo un pequeño número
de las muchas especies bacterianas que residen en la axila. Hemos abierto la
posibilidad de inhibir la formación de olor corporal usando compuestos
diseñados para apuntar a las proteínas específicas que controlan la liberación
de malos olores", señala el director de la investigación, Dan Bawdon, de
la Universidad de York.
Aunque estos
tioalcoholes se conocían desde hace mucho tiempo por participar en el olor
corporal, se sabía poco sobre la forma en que eran producidos por las bacterias
en la axila.
Los desodorantes y
antitranspirantes tradicionales actúan matando no selectivamente las bacterias
de la axila o mediante el bloqueo de nuestras glándulas sudoríparas,
respectivamente, pero los autores de este trabajo esperan que sus hallazgos se
utilicen para producir compuestos que se dirijan específicamente a la
producción de tioalcohol, dejando la microbiota de las axilas intacta.
Cómo hacer desodorante casero.
Si deseas que tu vida
sea algo más ecológica; si estás pensando en ahorrar un poco en la economía
familiar; si no te gusta utilizar productos químicos o tienes alergia a alguno
de ellos, el siguiente artículo va dedicado a ti. Aquí queremos darte soluciones
útiles que puedas aplicar a tu vida cotidiana y, en esta ocasión, te enseñamos
cómo hacer desodorante casero. Hacer tu propio desodorante en casa es una
excelente alternativa económica y natural. Siéntete fresco, huele bien y mantén
una piel suave con tu propio desodorante. ¡Toma nota!
Existen diversos
tipos de piel, cada uno con sus características concretas. Por ello, aprender a
cuidarla adecuadamente ayudará a mantener una piel bonita y suave. Es
importante tener esto en cuenta a la hora de fabricar tu propio desodorante
casero, pues deberás escoger la fórmula que más le convenga a tu piel.
Eso sí, en ambos
desodorantes deberás utilizar ingredientes comunes como: el bicarbonato de
sodio o los aceites esenciales; en este artículo te contamos cómo hacer desodorante
casero con bicarbonato.
Si tienes la piel
sensible, te aconsejamos utilizar la siguiente receta. Necesitarás 2 cucharadas
de bicarbonato de sodio y 6 cucharadas de almidón de maíz. En caso de que tu
piel sea muy sensible, te recomendamos usar polvo de arrurruz, en lugar del
almidón. Para darle fragancia y frescor, puedes usar unas 10 gotas de aceite de
árbol de té verde y unas dos cucharadas – o más, a gusto de consumidor – de
aceite de coco u otro aceite esencial similar.
Para fabricar el
desodorante estándar – ideal para la mayoría de pieles – necesitarás los
siguientes elementos. Un cuarto de taza de bicarbonato de sodio y un cuarto de
taza de almidón de maíz. Para darle frescura, suavidad y olor a tu desodorante,
te recomendamos aplicar unas 10 gotas de aceite de árbol de té verde y dos o
más cucharadas del aceite esencial que más te guste (coco, rosas, lavanda…).
De manera opcional te
aconsejamos aplicar vitamina E a la mezcla u otro aceite esencial que te ayude
a mantener la suavidad de tu piel, como el aceite esencial de almendra. Para
fabricar ambos desodorantes caseros, los pasos a seguir son – prácticamente –
los mismos:
Mezcla en un
recipiente el bicarbonato de sodio – que hallarás en cualquier droguería – con
el almidón de maíz. Añádele también las 10 gotas de té verde y remueve bien
todos los ingredientes para que quede una mezcla homogénea.
A continuación, añade
las cucharadas del aceite esencial que hayas seleccionado según tus gustos o
preferencias. Con esto conseguirás que la masa anterior sea más suave. En caso
de que hayas decidido usar otros productos para aliviar la irritación de la
piel – como la vitamina E o el aceite de almendras – es hora de incorporarlos a
la mezcla.
Una vez tengas tu
mezcla hecha, colócala dentro de un bote de desodorante en barra que esté vacío
y ya hayas usado anteriormente. Deberás cerciorarte de que llegue hasta el
fondo del recipiente y aunque ahora te parecerá muy líquido, irá endureciéndose
en unos días.
Por último, puedes
añadir un toque de fragancia a tu desodorante casero una vez lo tengas en el
bote correspondiente. Las esencias más recomendadas son la de lavanda, la de
rosa o la de eucalipto, pues además de dar buen olor, dará un frescor añadido.
¡Listo! Una vez
tengas la fragancia deseada ya podrás utilizar tu desodorante casero. Apúntate
a la vida ecológica y ahorra en la economía familiar. ¡Notarás la diferencia!
Científicos desarrollan un sistema para estimar la
densidad de los racimos de uva de una forma objetiva y no invasiva.
Investigadores del
Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (centro mixto del Consejo Superior
de Investigaciones Científicas (CSIC), el Gobierno de La Rioja y la Universidad
de La Rioja), la Universitat Politècnica de València y el Instituto Valenciano
de Investigaciones Agrarias han desarrollado un sistema para determinar la densidad
de uvas por racimo, una característica que influye en la calidad de la uva y el
vino y que se conoce como compacidad. Los resultados se han publicado en
Australian Journal of Grape and Wine Research.
Según señalan los
científicos, en los racimos más densos la circulación del aire es escasa y la
exposición al sol es reducida. Esto compromete la maduración -haciendo que sea
más heterogénea en el racimo- y favorece la aparición de enfermedades fúngicas
que afectan a las propiedades del vino.
En la actualidad, el
método que emplean los expertos para determinar la compacidad consiste en una
inspección visual basada en un método establecido por la Organización
Internacional de la Viña y el Vino. “Cada vez más bodegas buscan racimos con
poca densidad, considerados de mayor calidad, para la elaboración de sus vinos
de alta gama y muchos programas enfocados a la obtención de nuevos clones
incluyen esta característica como prioritaria para su selección. El método
disponible hasta ahora es subjetivo y cualitativo, lo que dificulta su
utilización para algunos estudios y aplicaciones”, apunta Javier Ibáñez,
investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino.
Sin embargo, los
científicos apuntan a que el sistema desarrollado permite conocer las características
de los racimos de la vid a partir del procesamiento automatizado de imágenes y
el análisis de las propiedades morfológicas y de color. “Nuestra metodología
permite saber la compacidad del racimo de manera no invasiva, objetiva y
cuantitativa, empleando para ello combinaciones de características que los
sistemas tradicionales, basados en la evaluación visual de un experto, no
pueden determinar”, destaca Nuria Aleixos, de la Universitat Politècnica de
València.
El equipo con el que
se realiza el análisis de los racimos incorpora una cámara fotográfica, un
sistema de iluminación con cuatro puntos de luz y diferentes algoritmos de
adquisición y procesamiento de imágenes. Para comprobar la eficiencia del
sistema, se caracterizaron 90 racimos de nueve variedades diferentes. Los datos
obtenidos por el sistema de visión artificial se compararon con la evaluación
de 14 expertos y se obtuvieron resultados correctos en más de un 85% de los
casos.
Hallada una nueva familia de proteínas que controla la
resistencia de las plantas a la sequía.
Dos equipos del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han identificado y
caracterizado una nueva familia de proteínas que controla directamente la
resistencia de las plantas a la sequía. Estas proteínas facilitan la función de
los receptores que activan la señalización de la hormona ácido abscísico (ABA),
clave en la respuesta adaptativa para sobrevivir a situaciones de estrés
ambiental. Los resultados han sido publicados en la revista Plant Cell.
Las proteínas,
denominadas CAR, son necesarias para que las moléculas receptoras de ABA
alcancen eficientemente su sitio de acción en la membrana plasmática de la
célula. “Esto es crucial, ya que es allí donde comienza el control de muchos de
los procesos de adaptación a la sequía, en concreto, la regulación de la
pérdida de agua por transpiración o el crecimiento de la raíz en busca de
suelos más húmedos”, explica el investigador del CSIC Armando Albert, del
Instituto de Química Física Rocasolano.
Los abordajes
experimentales bioquímicos, de biología celular y molecular, junto con los
estudios cristalográficos de alta resolución llevados a cabo utilizando la
planta modelo Arabidopsis thaliana, muestran que las proteínas CAR, también
presentes en plantas de cosecha, tienen una región que les permite insertarse
en la membrana y otra que media su interacción con los receptores de ABA.
“Hasta este momento,
se sabía que las moléculas receptoras de ABA realizaban parte de su función en
el límite externo, es decir, la membrana plasmática de la célula, pero no se
conocía cómo estos receptores eran anclados allí”, explica Pedro Luis
Rodríguez, investigador del CSIC en el Instituto de Biología Molecular y
Celular de Plantas (mixto del CSIC y la Universitat Politècnica de València).
El estrés hídrico,
apuntan los investigadores, es responsable de grandes pérdidas en el
rendimiento de los cultivos a nivel mundial. El hallazgo presentado en este trabajo
permite el diseño de plantas de cosecha con propiedades mejoradas frente a
situaciones de sequía.
Un mecanismo celular puede mejorar la eficacia de las
vacunas contra el sida.
Un equipo de
investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha
hallado un nuevo mecanismo por el que una familia de virus, los poxvirus,
inducen respuestas inmunes específicas frente a antígenos del virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH). Esta respuesta más específica contra el VIH
podría contribuir a mejorar las vacunas contra el sida. El miembro más
representativo de los poxvirus fue utilizado para erradicar la viruela. Las
conclusiones del estudio se publican en la revista Proceedings of the National
Academy of Sciences (PNAS).
Los investigadores,
liderados por el profesor Mariano Esteban, del Centro Nacional de Biotecnología
(CNB), han usado la estirpe New York del virus vaccinia para identificar el
mecanismo de acción de tres genes virales que bloquean el factor clave en la
regulación de genes celulares. Al eliminarlos del ADN viral consiguen que en
las células infectadas aumenten los niveles de moléculas estimuladoras de la
respuesta innata, como son citosinas, quimiocinas y otras, que atraen a los neutrófilos
(células de la sangre) hacia el lugar de la infección, según explica Esteban.
Este reclutamiento de
neutrófilos genera un aumento en la producción de linfocitos específicos (T
CD8+), que juegan un papel importante en el control de infecciones. El hallazgo
ha sido confirmado mediante un virus recombinante del virus vaccina, que
expresa distintos antígenos del VIH.
“Los resultados de estas investigaciones tienen aplicabilidad en la
mejora de vacunas frente al VIH y a otros patógenos”, concluye Esteban.
Nuevo masterbatch multiplica el efecto absorbente de
UV de láminas para invernaderos.
UV4120PE es un
masterbatch de nuevo diseño de Tosaf , el cual puede multiplicar la vida útil
de láminas absorbentes de UV para invernaderos. Éste es el resultado de
extensos ensayos de envejecimiento a lo largo de 9000 horas. Durante este
periodo, el efecto de filtrado de UV de láminas convencionales equipadas con un
absorbente de UV orgánico y un quencher de níquel (Ni-Q) se redujo alrededor
del 30 % del valor inicial porque las moléculas se degradaban rápidamente. Con
tan sólo la adición de un 0,7 % de UV4120PE de Tosaf, se mantuvo el 80 % de la
absorción de UV original. Con una proporción de masterbatch del 2 %, este valor
aumentó a un excelente 90 % al final del ensayo. Resultados muy similares
mostró el ensayo en láminas que contenían un absorbente de UV orgánico y un
NOR-HALS (estabilizador de luz de aminoxiaminas impedidas). En consecuencia,
según la región, la vida útil total de láminas para invernaderos puede aumentar
del habitual año hasta más de tres años.
La basura electrónica tiene valor energético.
El investigador de la
UPV/EHU Andoni Salbidegoitia ha desarrollado, en colaboración con
investigadores internacionales, un sistema por el que se obtiene hidrógeno
limpio, que se puede utilizar como combustible, a partir de placas electrónicas
de desecho. Los investigadores ya han registrado la patente del proceso en
Japón.
El Grupo de
Tecnologías Químicas para la Sostenibilidad Ambiental (TQSA) del Departamento
de Ingeniería Química de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU
tiene el objetivo de aprovechar el desecho plástico con la mejor eficacia,
tanto desde el punto de vista medio ambiental, como energético y económico.
Los plásticos
provienen del petróleo, por lo que, más que como un desecho, se deben
considerar una fuente de materias primas y energía aprovechable. El
investigador Andoni Salbidegoitia está desarrollando alternativas de
tratamiento para los residuos plásticos más difíciles de tratar, bien por su
composición, bien porque se encuentran muy mezclados con otras substancias y
separarlos es muy costoso.
Durante una estancia
de investigación en el National Institute of Advanced Industrial Science and
Technology de Japón, Salbidegoitia ha participado en una investigación, que ha
dado lugar a una patente: la obtención de hidrógeno limpio - utilizable como
combustible - a partir de componentes electrónicos residuales, mediante un
proceso de gasificación. Actualmente, en los países avanzados, los residuos
plásticos derivados de componentes electrónicos están aumentando
exponencialmente; estos residuos necesitan un tratamiento particular, ya que
contienen una gran variedad de metales, muy valiosos, que también se deben recuperar.
En el proceso, los residuos son tratados con vapor de agua, los metales
presentes en los residuos actúan de catalizador, y bajo determinadas
condiciones se obtiene hidrógeno gaseoso: un combustible que se está
afianzando, pero cuyo mayor problema está en el almacenamiento.
Científicos desarrollan un sistema para estimar la
densidad de los racimos de uva de una forma objetiva y no invasive.
Investigadores del
Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (centro mixto del Consejo Superior
de Investigaciones Científicas (CSIC), el Gobierno de La Rioja y la Universidad
de La Rioja), la Universitat Politècnica de València y el Instituto Valenciano
de Investigaciones Agrarias han desarrollado un sistema para determinar la
densidad de uvas por racimo, una característica que influye en la calidad de la
uva y el vino y que se conoce como compacidad. Los resultados se han publicado
en Australian Journal of Grape and Wine Research.
Según señalan los
científicos, en los racimos más densos la circulación del aire es escasa y la
exposición al sol es reducida. Esto compromete la maduración -haciendo que sea
más heterogénea en el racimo- y favorece la aparición de enfermedades fúngicas
que afectan a las propiedades del vino.
En la actualidad, el
método que emplean los expertos para determinar la compacidad consiste en una
inspección visual basada en un método establecido por la Organización
Internacional de la Viña y el Vino. “Cada vez más bodegas buscan racimos con
poca densidad, considerados de mayor calidad, para la elaboración de sus vinos
de alta gama y muchos programas enfocados a la obtención de nuevos clones
incluyen esta característica como prioritaria para su selección. El método
disponible hasta ahora es subjetivo y cualitativo, lo que dificulta su
utilización para algunos estudios y aplicaciones”, apunta Javier Ibáñez,
investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino.
Sin embargo, los
científicos apuntan a que el sistema desarrollado permite conocer las
características de los racimos de la vid a partir del procesamiento automatizado
de imágenes y el análisis de las propiedades morfológicas y de color. “Nuestra
metodología permite saber la compacidad del racimo de manera no invasiva,
objetiva y cuantitativa, empleando para ello combinaciones de características
que los sistemas tradicionales, basados en la evaluación visual de un experto,
no pueden determinar”, destaca Nuria Aleixos, de la Universitat Politècnica de
València.
El equipo con el que
se realiza el análisis de los racimos incorpora una cámara fotográfica, un
sistema de iluminación con cuatro puntos de luz y diferentes algoritmos de
adquisición y procesamiento de imágenes. Para comprobar la eficiencia del
sistema, se caracterizaron 90 racimos de nueve variedades diferentes. Los datos
obtenidos por el sistema de visión artificial se compararon con la evaluación
de 14 expertos y se obtuvieron resultados correctos en más de un 85% de los
casos.
El CSIC descubre un medicamento contra una enfermedad
rara.
Un equipo de
investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha
descubierto que el medicamento acetato de bazedoxifeno, empleado para la
osteoporosis, es útil para tratar una enfermedad rara, la telangiectasia hemorrágica
hereditaria, que causa sangrados que deterioran la calidad de vida de los
pacientes.
Este hallazgo ha sido
distinguido por la Agencia Europea del Medicamento con la designación de
medicamento huérfano, que es aquel que trata enfermedades de muy baja
incidencia (llamadas raras o minoritarias, que afectan a menos de 5 de cada
10.000 personas) y que no suele contar con inversión de la industria
farmacéutica por ser poco rentable. La designación autoriza la realización de
un ensayo clínico para poder comercializarlo.
La Telangiectasia
Hemorrágica Hereditaria (síndrome de Rendu-Osler-Weber, o HHT, por sus siglas
en inglés) es una enfermedad rara con una prevalencia media de 2 cada 10.000
personas en la Unión Europea. “Es una enfermedad genética que causa sangrados
nasales frecuentes y manchas de color rojo en la cara, las manos y la boca.
También provoca sangrados en órganos internos, como el pulmón, el cerebro, el
hígado y la médula espinal”, señala la investigadora del CSIC Luisa María
Botella, del Centro de Investigaciones Biológicas, quien ha dirigido el
estudio.
“Esta enfermedad
puede ser mortal, pero además sus síntomas deterioran la calidad de vida de los
afectados, ya que, debido a la profusión de hemorragias, son frecuentes la
anemia y la necesidad de transfusiones sanguíneas, sobre todo a partir de los
40 años”, añade. La Agencia indica que la HHT es una enfermedad que debilita a
largo plazo y que puede suponer un riesgo mortal si se producen complicaciones,
como sangrados internos y alteraciones en el cerebro, el hígado y los pulmones.
Dada la baja
prevalencia de las enfermedades raras y la sintomatología particular de cada
una, en general no existen remedios terapéuticos para tratarlas. Además, a la
industria farmacéutica no le resulta rentable invertir en ensayos de
medicamentos para enfermedades de baja incidencia. Por ello, desde un punto de
vista farmacológico, las patologías raras son “huérfanas”.
Existen dos tipos de
medicamentos huérfanos: los de nueva creación, específicamente diseñados para
tratar una dolencia rara, y aquellos ya empleados en el tratamiento de otra
patología y que, tras el preceptivo ensayo clínico, se revelan útiles contra
alguna de estas enfermedades. Este tipo de fármaco, que se conoce como uso
huérfano o segundo uso de un medicamento, es precisamente el que ha licitado el
CSIC.
Esta designación
europea es la segunda que consigue este grupo de trabajo del CSIC (la primera
fue en el año 2010). Estos dos fármacos son los únicos medicamentos huérfanos
reconocidos por la Agencia para esta enfermedad.
Un gen asociado al cáncer es clave en la
diferenciación de las células del intestino durante el desarrollo.
Una investigación
liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha
caracterizado el proceso de desarrollo del intestino utilizando el modelo del
pez cebra. El trabajo, publicado en
Nature Cell Biology, revela el papel de un gen, PLLP, en el correcto
desarrollo de las células intestinales. Asimismo, demuestra su implicación en
la regulación del oncogén NOTCH en el proceso de diferenciación del tejido
intestinal. La investigación puede contribuir a la detección de dianas
terapéuticas contra enfermedades como el cáncer de colon o el de páncreas.
Los investigadores
han descubierto un mecanismo por el cual las células del tracto gastrointestinal
adquieren la capacidad de diferenciarse durante el desarrollo. Lo hacen a
través de la regulación de la señalización asociada a NOTCH, esencial para el
desarrollo de la mayor parte de los tejidos, y que además está asociado al
desarrollo de muchos tipos de tumores en humanos.
El tejido intestinal
está compuesto por varios tipos celulares epiteliales, células que recubren el
tracto que recorre el alimento. Estos tipos celulares intestinales provienen de
un único tipo de progenitor, que prolifera y se diferencia adquiriendo estas
funciones especializadas. Los investigadores han descubierto que en este
proceso de diferenciación, PLLP desarrolla un papel fundamental.
Fernando
Martín-Belmonte, investigador del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo
Ochoa (mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid) y responsable del
trabajo, explica: “Las células requieren NOTCH para proliferar y regenerar
constantemente el intestino, pero la actividad de NOTCH es también necesaria
para que las células se diferencien correctamente. Todavía no comprendemos qué
mecanismos son responsables de esta dualidad en las funciones de NOTCH. Esto es
esencial, ya que la desregulación de NOTCH está asociada a muchos tipos de
tumores”.
El estudio ha
revelado que el proceso de endocitosis, el mecanismo por el cual las células
intestinales absorben sustancias del exterior, se encuentra compartimentado en
un segmento concreto del intestino. “Las diferentes células del intestino son
extremadamente importantes para la correcta nutrición. Para un correcto
funcionamiento de la nutrición, cada una de las funciones del intestino debe
ser compartimentada”, destaca Martín-Belmonte.
El análisis de la
formación del intestino en el pez cebra ha sido clave para descifrar los
mecanismos moleculares involucrados en su diferenciación. Para compartimentar
las funciones intestinales, el gen PLLP regula a NOTCH y estimula la
diferenciación de las células que absorben el alimento en un segmento definido
del intestino, contribuyendo al correcto funcionamiento de la capacidad
nutritiva.
Descubierto un nuevo biopolímero parecido a la
celulosa.
Un equipo liderado
por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
ha descubierto un nuevo polisacárido, un β-glucano parecido a la celulosa y que podría tener
aplicaciones en los sectores químico, sanitario y alimentario. El estudio,
publicado en el último número de la revista Proceedings of the National Academy
of Sciences (PNAS), muestra la novedosa estructura química de este biopolímero,
así como los mecanismos bioquímicos que controlan su producción, realizada por
un grupo de bacterias del suelo beneficiosas para las plantas.
Un método de
producción de elevadas cantidades y alta pureza de este polisacárido ya ha sido
patentado por el CSIC y la Universidad de Sevilla.
La celulosa es el
polímero orgánico más abundante en la naturaleza y constituye la mayor parte de
la fibra vegetal. La celulosa y sus derivados tienen múltiples usos como
componente principal del papel o de tejidos como el algodón y el lino. También
algunas bacterias producen celulosa químicamente idéntica a la de plantas, que
por su pureza y propiedades cristalinas tiene importantes aplicaciones en
medicina.
El polisacárido ahora
descubierto forma también fibras parecidas a la celulosa. “Si bien el nuevo β-glucano de enlaces mixtos posee algunas propiedades
similares a la celulosa, como su insolubilidad en agua, también presenta
características propias, como ser más soluble en disolventes orgánicos. Esto
permitirá nuevos usos y aplicaciones frente a la celulosa. Además, comparte
propiedades con otras biomoléculas, como las que componen la llamada fibra de avena,
de uso creciente en nutrición y dietética”, explica el investigador del CSIC
Juan Sanjuán Pinilla, de la Estación Experimental del Zaidín, en Granada.
Además del CSIC, en
este trabajo han participado investigadores de la Universidad de Sevilla y la Universidad
Autónoma de Madrid.
Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid
(UC3M) han visualizado paso a paso y a nivel microscópico cómo se fracturan
determinados aceros cuando se aplican cargas extremas sobre ellos. Esto podría
ayudar a mejorar estos materiales, presentes en la industria del automóvil.
Los científicos del
Grupo de Tecnología de Polvos (GTP) de la UC3M han realizado esta investigación
utilizando un microscopio electrónico de barrido para obtener imágenes de alta
resolución (en torno a 10 nanómetros; un nanómetro es la millonésima parte de
un milímetro). La aplicación de técnicas novedosas de caracterización de
materiales ha permitido conocer mejor el comportamiento a fractura en aceros
sinterizados (aquellos fabricados a partir de polvos). De esta forma, han podido
descubrir dónde "'nuclean' las primeras grietas y por dónde progresan
preferentemente", explican los investigadores del GTP.
Los materiales objeto
de la investigación son aceros sinterizados comerciales, obtenidos por
pulvimetalurgia o tecnología de polvos y de uso extendido en la industria del
automóvil. Los ensayos mecánicos y de caracterización in-situ realizados en el
microscopio electrónico de barrido han sido esenciales para "entender los
mecanismos de fractura" que hasta esta investigación "nunca se habían
podido determinar, sino solo intuir", explica una de las autoras del
trabajo, Elena Bernardo, del GTP de la UC3M.
En el estudio,
publicado en la revista Powder Metallurgy, se han evaluado varios aceros
presentes actualmente en el mercado. En concreto, se han analizado un acero
Fe-C, un acero prealeado con molibdeno (grado Astaloy Mo, Höganäs AB), y el
conocido Distaloy AE (Höganäs AB), que es hierro aleado por difusión con cobre,
níquel y molibdeno. Los resultados han ayudado a entender la conexión entre
microestructura y propiedades, que en estos materiales supone un reto
tecnológico, al entrar en juego no solo las fases sino también la porosidad
residual que compone su microestructura. José Manuel Torralba, catedrático del
departamento de Ciencia e Ingeniería de Materiales de la UC3M y director
adjunto del instituto IMDEA Materiales, destaca el papel fundamental de la
porosidad en estos aceros: "La investigación ha revelado, entre otras
cosas, que los poros más angulosos e irregulares son los primeros puntos de
'nucleación', es decir, los que inician la rotura".
Este trabajo ha
permitido cumplir "el sueño" de cualquier científico dedicado a la
Ciencia e Ingeniería de Materiales, pues hace visibles los cambios en la
microestructura del material al tiempo que se está ensayando, comenta José
Manuel Torralba. Además, la metodología utilizada "es aplicable a
cualquier tipo de aleación" y no solo para comprobar su comportamiento
bajo tensión, sino "también su comportamiento a alta temperatura". La
investigación se ha llevado a cabo parcialmente en las instalaciones de la UC3M
y se ha completado en IMDEA Materiales, un instituto de investigación
financiado por la Comunidad de Madrid y la Unión EuropeaDesarrollan una
metodología para conocer mejor cómo se fracturan algunos aceros
Una técnica permite obtener al momento imágenes de
diagnóstico en 3D.
Investigadores de la
Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), de la Academia China de las Ciencias y
de otras instituciones desarrollan una técnica que permite obtener imágenes
tridimensionales de diagnóstico en tiempo real. Esto permite descubrir al
instante todo tipo de procesos, desde cómo se desarrolla la mosca de la fruta
hasta si se ha realizado una biopsia de forma satisfactoria.
Esta técnica emplea
la Tomografía de Proyección Óptica, que es "como el análogo de los rayos
X, pero utilizando luz", explica el investigador de la UC3M Jorge Ripoll,
del departamento de Bioingeniería e Ingeniería Aeroespacial de la UC3M. Con
esta técnica resulta posible utilizar marcadores ópticos que se emplean mucho
con animales transgénicos, como la proteína fluorescente verde. Gracias a esto,
se puede ver y la anatomía de organismos vivos como moscas o peces muy pequeños
y las funciones que estos desempeñan.
Este trabajo,
publicado recientemente en la revista Scientific Reports, permite seguir con
imágenes tridimensionales el desarrollo de organismos vivos de hasta tres
milímetros utilizados frecuentemente en investigaciones microscópicas, como el
pez cebra o la mosca de la fruta. Esta última (Drosophila melanogaster), por
ejemplo, posee un código genético donde se puede encontrar la contrapartida de
más del 60 por ciento de los genes de enfermedades humanas.
El avance, señala el
investigador, consiste en poder seguir el desarrollo de estos organismos que,
normalmente, se presentan como opacos si se estudian con un microscopio
convencional porque dispersan mucho la luz cuando se acercan a la edad adulta.
"Permite llegar a visualizar nuevos estadios", apunta Ripoll. De este
modo, apunta que, aunque "esta técnica no se puede utilizar en vivo en
humanos porque nuestro tejido es muy opaco", sí se puede usar para
"hacer medidas tridimensionales de biopsias, algo muy valioso para el
cirujano", pues permitiría saber si la intervención fue como se deseaba.
La forma de poner en
práctica esta técnica es sencilla, cuenta Jorge Ripoll: "Consiste en una
fuente de luz que excita la fluorescencia y una cámara que la detecta" y
solo tiene un requisito: "que la muestra rote", como si se le hicieran
unos rayos X. Después, con esa información, "debemos construir una imagen
tridimensional", explica.
El desarrollo de esta
técnica ha sido posible gracias al apoyo, entre otros, de los investigadores de
la Academia China de las Ciencias, quienes "se han encargado de
desarrollar el software de forma que sea muy eficaz y rápida la obtención de
imágenes", destaca. A la par, comenta que la tecnología en la que se basan
las técnicas que emplearon sus colegas chinos tiene su origen en el desarrollo de
videojuegos.
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