Noticias de Química.


¿Por qué se produce el mal olor corporal?

Para muchas personas, el olor corporal es un desafortunado efecto secundario de su vida cotidiana y es causado por las bacterias en la piel que rompen las moléculas secretadas naturalmente presentes en el sudor. Lo cierto es que los olores del cuerpo humano contienen una rica variedad de componentes químicos que pueden transmitir varios tipos de información social.

Hasta tal punto se ha investigado esta singularidad, que lo investigadores los han clasificado teniendo en cuenta que las características de la percepción de estos olores cambian durante el transcurso de la vida, al igual que las concentraciones de los productos químicos subyacentes; del mismo modo se ha tratado de averiguar qué provoca que esos olores sean desagradables.

Ahora, hemos dado un paso más e investigadores de la Universidad de York, en Reino Unido, en colaboración con Unilever, han estudiado el microbioma de las axilas e identificado un conjunto único de enzimas en la bacteria 'Staphylococcus hominis' que es eficaz a la hora de romper las moléculas de sudor en compuestos conocidos como tioalcoholes, un componente importante del característico hedor del olor corporal.

En el trabajo, presentado en la Conferencia Anual de la Sociedad para la Microbiología General que se celebra en Birmingham, Reino Unido, el equipo de científicos evaluó la capacidad de más de 150 bacterias aisladas de muestras de piel de la axila para producir malos olores.

Luego, identificaron los genes que codifican las proteínas responsables de la producción de los tioalcoholes, que son acres en pequeñas cantidades, como una parte por trillón. Un gen en particular presente en 'S. Hominis' se encuentra también en otras dos especies de 'Staphylococcus', que tambien mostraron ser fuertes productores de tioalcohol.

Para confirmar que estos genes eran necesarios y suficientes para la producción del mal olor, el equipo los llevó a la bacteria de laboratorio 'Escherichia coli', que fue entonces capaz de producir el mal olor corporal cuando se cultivó en presencia de moléculas de sudor humano.

"Este trabajo es un avance significativo en nuestra comprensión de los procesos bioquímicos específicos involucrados en la producción del olor corporal. Fue sorprendente que esta vía en particular del olor corporal se rige por sólo un pequeño número de las muchas especies bacterianas que residen en la axila. Hemos abierto la posibilidad de inhibir la formación de olor corporal usando compuestos diseñados para apuntar a las proteínas específicas que controlan la liberación de malos olores", señala el director de la investigación, Dan Bawdon, de la Universidad de York.

Aunque estos tioalcoholes se conocían desde hace mucho tiempo por participar en el olor corporal, se sabía poco sobre la forma en que eran producidos por las bacterias en la axila.

Los desodorantes y antitranspirantes tradicionales actúan matando no selectivamente las bacterias de la axila o mediante el bloqueo de nuestras glándulas sudoríparas, respectivamente, pero los autores de este trabajo esperan que sus hallazgos se utilicen para producir compuestos que se dirijan específicamente a la producción de tioalcohol, dejando la microbiota de las axilas intacta.



Cómo hacer desodorante casero.

Si deseas que tu vida sea algo más ecológica; si estás pensando en ahorrar un poco en la economía familiar; si no te gusta utilizar productos químicos o tienes alergia a alguno de ellos, el siguiente artículo va dedicado a ti. Aquí queremos darte soluciones útiles que puedas aplicar a tu vida cotidiana y, en esta ocasión, te enseñamos cómo hacer desodorante casero. Hacer tu propio desodorante en casa es una excelente alternativa económica y natural. Siéntete fresco, huele bien y mantén una piel suave con tu propio desodorante. ¡Toma nota!

Existen diversos tipos de piel, cada uno con sus características concretas. Por ello, aprender a cuidarla adecuadamente ayudará a mantener una piel bonita y suave. Es importante tener esto en cuenta a la hora de fabricar tu propio desodorante casero, pues deberás escoger la fórmula que más le convenga a tu piel.

Eso sí, en ambos desodorantes deberás utilizar ingredientes comunes como: el bicarbonato de sodio o los aceites esenciales; en este artículo te contamos cómo hacer desodorante casero con bicarbonato.
Si tienes la piel sensible, te aconsejamos utilizar la siguiente receta. Necesitarás 2 cucharadas de bicarbonato de sodio y 6 cucharadas de almidón de maíz. En caso de que tu piel sea muy sensible, te recomendamos usar polvo de arrurruz, en lugar del almidón. Para darle fragancia y frescor, puedes usar unas 10 gotas de aceite de árbol de té verde y unas dos cucharadas – o más, a gusto de consumidor – de aceite de coco u otro aceite esencial similar.

Para fabricar el desodorante estándar – ideal para la mayoría de pieles – necesitarás los siguientes elementos. Un cuarto de taza de bicarbonato de sodio y un cuarto de taza de almidón de maíz. Para darle frescura, suavidad y olor a tu desodorante, te recomendamos aplicar unas 10 gotas de aceite de árbol de té verde y dos o más cucharadas del aceite esencial que más te guste (coco, rosas, lavanda…).

De manera opcional te aconsejamos aplicar vitamina E a la mezcla u otro aceite esencial que te ayude a mantener la suavidad de tu piel, como el aceite esencial de almendra. Para fabricar ambos desodorantes caseros, los pasos a seguir son – prácticamente – los mismos:
Mezcla en un recipiente el bicarbonato de sodio – que hallarás en cualquier droguería – con el almidón de maíz. Añádele también las 10 gotas de té verde y remueve bien todos los ingredientes para que quede una mezcla homogénea.

A continuación, añade las cucharadas del aceite esencial que hayas seleccionado según tus gustos o preferencias. Con esto conseguirás que la masa anterior sea más suave. En caso de que hayas decidido usar otros productos para aliviar la irritación de la piel – como la vitamina E o el aceite de almendras – es hora de incorporarlos a la mezcla.

Una vez tengas tu mezcla hecha, colócala dentro de un bote de desodorante en barra que esté vacío y ya hayas usado anteriormente. Deberás cerciorarte de que llegue hasta el fondo del recipiente y aunque ahora te parecerá muy líquido, irá endureciéndose en unos días.

Por último, puedes añadir un toque de fragancia a tu desodorante casero una vez lo tengas en el bote correspondiente. Las esencias más recomendadas son la de lavanda, la de rosa o la de eucalipto, pues además de dar buen olor, dará un frescor añadido.

¡Listo! Una vez tengas la fragancia deseada ya podrás utilizar tu desodorante casero. Apúntate a la vida ecológica y ahorra en la economía familiar. ¡Notarás la diferencia!



Científicos desarrollan un sistema para estimar la densidad de los racimos de uva de una forma objetiva y no invasiva.

Investigadores del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Gobierno de La Rioja y la Universidad de La Rioja), la Universitat Politècnica de València y el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias han desarrollado un sistema para determinar la densidad de uvas por racimo, una característica que influye en la calidad de la uva y el vino y que se conoce como compacidad. Los resultados se han publicado en Australian Journal of Grape and Wine Research.

Según señalan los científicos, en los racimos más densos la circulación del aire es escasa y la exposición al sol es reducida. Esto compromete la maduración -haciendo que sea más heterogénea en el racimo- y favorece la aparición de enfermedades fúngicas que afectan a las propiedades del vino.
En la actualidad, el método que emplean los expertos para determinar la compacidad consiste en una inspección visual basada en un método establecido por la Organización Internacional de la Viña y el Vino. “Cada vez más bodegas buscan racimos con poca densidad, considerados de mayor calidad, para la elaboración de sus vinos de alta gama y muchos programas enfocados a la obtención de nuevos clones incluyen esta característica como prioritaria para su selección. El método disponible hasta ahora es subjetivo y cualitativo, lo que dificulta su utilización para algunos estudios y aplicaciones”, apunta Javier Ibáñez, investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino.

Sin embargo, los científicos apuntan a que el sistema desarrollado permite conocer las características de los racimos de la vid a partir del procesamiento automatizado de imágenes y el análisis de las propiedades morfológicas y de color. “Nuestra metodología permite saber la compacidad del racimo de manera no invasiva, objetiva y cuantitativa, empleando para ello combinaciones de características que los sistemas tradicionales, basados en la evaluación visual de un experto, no pueden determinar”, destaca Nuria Aleixos, de la Universitat Politècnica de València.

El equipo con el que se realiza el análisis de los racimos incorpora una cámara fotográfica, un sistema de iluminación con cuatro puntos de luz y diferentes algoritmos de adquisición y procesamiento de imágenes. Para comprobar la eficiencia del sistema, se caracterizaron 90 racimos de nueve variedades diferentes. Los datos obtenidos por el sistema de visión artificial se compararon con la evaluación de 14 expertos y se obtuvieron resultados correctos en más de un 85% de los casos.



Hallada una nueva familia de proteínas que controla la resistencia de las plantas a la sequía.

Dos equipos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han identificado y caracterizado una nueva familia de proteínas que controla directamente la resistencia de las plantas a la sequía. Estas proteínas facilitan la función de los receptores que activan la señalización de la hormona ácido abscísico (ABA), clave en la respuesta adaptativa para sobrevivir a situaciones de estrés ambiental. Los resultados han sido publicados en la revista Plant Cell.

Las proteínas, denominadas CAR, son necesarias para que las moléculas receptoras de ABA alcancen eficientemente su sitio de acción en la membrana plasmática de la célula. “Esto es crucial, ya que es allí donde comienza el control de muchos de los procesos de adaptación a la sequía, en concreto, la regulación de la pérdida de agua por transpiración o el crecimiento de la raíz en busca de suelos más húmedos”, explica el investigador del CSIC Armando Albert, del Instituto de Química Física Rocasolano.

Los abordajes experimentales bioquímicos, de biología celular y molecular, junto con los estudios cristalográficos de alta resolución llevados a cabo utilizando la planta modelo Arabidopsis thaliana, muestran que las proteínas CAR, también presentes en plantas de cosecha, tienen una región que les permite insertarse en la membrana y otra que media su interacción con los receptores de ABA.

“Hasta este momento, se sabía que las moléculas receptoras de ABA realizaban parte de su función en el límite externo, es decir, la membrana plasmática de la célula, pero no se conocía cómo estos receptores eran anclados allí”, explica Pedro Luis Rodríguez, investigador del CSIC en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (mixto del CSIC y la Universitat Politècnica de València).
El estrés hídrico, apuntan los investigadores, es responsable de grandes pérdidas en el rendimiento de los cultivos a nivel mundial. El hallazgo presentado en este trabajo permite el diseño de plantas de cosecha con propiedades mejoradas frente a situaciones de sequía.



Un mecanismo celular puede mejorar la eficacia de las vacunas contra el sida.

Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha hallado un nuevo mecanismo por el que una familia de virus, los poxvirus, inducen respuestas inmunes específicas frente a antígenos del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Esta respuesta más específica contra el VIH podría contribuir a mejorar las vacunas contra el sida. El miembro más representativo de los poxvirus fue utilizado para erradicar la viruela. Las conclusiones del estudio se publican en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Los investigadores, liderados por el profesor Mariano Esteban, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), han usado la estirpe New York del virus vaccinia para identificar el mecanismo de acción de tres genes virales que bloquean el factor clave en la regulación de genes celulares. Al eliminarlos del ADN viral consiguen que en las células infectadas aumenten los niveles de moléculas estimuladoras de la respuesta innata, como son citosinas, quimiocinas y otras, que atraen a los neutrófilos (células de la sangre) hacia el lugar de la infección, según explica Esteban.

Este reclutamiento de neutrófilos genera un aumento en la producción de linfocitos específicos (T CD8+), que juegan un papel importante en el control de infecciones. El hallazgo ha sido confirmado mediante un virus recombinante del virus vaccina, que expresa distintos antígenos del VIH.  “Los resultados de estas investigaciones tienen aplicabilidad en la mejora de vacunas frente al VIH y a otros patógenos”, concluye Esteban.



Nuevo masterbatch multiplica el efecto absorbente de UV de láminas para invernaderos.

UV4120PE es un masterbatch de nuevo diseño de Tosaf , el cual puede multiplicar la vida útil de láminas absorbentes de UV para invernaderos. Éste es el resultado de extensos ensayos de envejecimiento a lo largo de 9000 horas. Durante este periodo, el efecto de filtrado de UV de láminas convencionales equipadas con un absorbente de UV orgánico y un quencher de níquel (Ni-Q) se redujo alrededor del 30 % del valor inicial porque las moléculas se degradaban rápidamente. Con tan sólo la adición de un 0,7 % de UV4120PE de Tosaf, se mantuvo el 80 % de la absorción de UV original. Con una proporción de masterbatch del 2 %, este valor aumentó a un excelente 90 % al final del ensayo. Resultados muy similares mostró el ensayo en láminas que contenían un absorbente de UV orgánico y un NOR-HALS (estabilizador de luz de aminoxiaminas impedidas). En consecuencia, según la región, la vida útil total de láminas para invernaderos puede aumentar del habitual año hasta más de tres años.



La basura electrónica tiene valor energético.

El investigador de la UPV/EHU Andoni Salbidegoitia ha desarrollado, en colaboración con investigadores internacionales, un sistema por el que se obtiene hidrógeno limpio, que se puede utilizar como combustible, a partir de placas electrónicas de desecho. Los investigadores ya han registrado la patente del proceso en Japón.

El Grupo de Tecnologías Químicas para la Sostenibilidad Ambiental (TQSA) del Departamento de Ingeniería Química de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU tiene el objetivo de aprovechar el desecho plástico con la mejor eficacia, tanto desde el punto de vista medio ambiental, como energético y económico.

Los plásticos provienen del petróleo, por lo que, más que como un desecho, se deben considerar una fuente de materias primas y energía aprovechable. El investigador Andoni Salbidegoitia está desarrollando alternativas de tratamiento para los residuos plásticos más difíciles de tratar, bien por su composición, bien porque se encuentran muy mezclados con otras substancias y separarlos es muy costoso.

Durante una estancia de investigación en el National Institute of Advanced Industrial Science and Technology de Japón, Salbidegoitia ha participado en una investigación, que ha dado lugar a una patente: la obtención de hidrógeno limpio - utilizable como combustible - a partir de componentes electrónicos residuales, mediante un proceso de gasificación. Actualmente, en los países avanzados, los residuos plásticos derivados de componentes electrónicos están aumentando exponencialmente; estos residuos necesitan un tratamiento particular, ya que contienen una gran variedad de metales, muy valiosos, que también se deben recuperar. En el proceso, los residuos son tratados con vapor de agua, los metales presentes en los residuos actúan de catalizador, y bajo determinadas condiciones se obtiene hidrógeno gaseoso: un combustible que se está afianzando, pero cuyo mayor problema está en el almacenamiento.



Científicos desarrollan un sistema para estimar la densidad de los racimos de uva de una forma objetiva y no invasive.

Investigadores del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Gobierno de La Rioja y la Universidad de La Rioja), la Universitat Politècnica de València y el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias han desarrollado un sistema para determinar la densidad de uvas por racimo, una característica que influye en la calidad de la uva y el vino y que se conoce como compacidad. Los resultados se han publicado en Australian Journal of Grape and Wine Research.

Según señalan los científicos, en los racimos más densos la circulación del aire es escasa y la exposición al sol es reducida. Esto compromete la maduración -haciendo que sea más heterogénea en el racimo- y favorece la aparición de enfermedades fúngicas que afectan a las propiedades del vino.
En la actualidad, el método que emplean los expertos para determinar la compacidad consiste en una inspección visual basada en un método establecido por la Organización Internacional de la Viña y el Vino. “Cada vez más bodegas buscan racimos con poca densidad, considerados de mayor calidad, para la elaboración de sus vinos de alta gama y muchos programas enfocados a la obtención de nuevos clones incluyen esta característica como prioritaria para su selección. El método disponible hasta ahora es subjetivo y cualitativo, lo que dificulta su utilización para algunos estudios y aplicaciones”, apunta Javier Ibáñez, investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino.

Sin embargo, los científicos apuntan a que el sistema desarrollado permite conocer las características de los racimos de la vid a partir del procesamiento automatizado de imágenes y el análisis de las propiedades morfológicas y de color. “Nuestra metodología permite saber la compacidad del racimo de manera no invasiva, objetiva y cuantitativa, empleando para ello combinaciones de características que los sistemas tradicionales, basados en la evaluación visual de un experto, no pueden determinar”, destaca Nuria Aleixos, de la Universitat Politècnica de València.

El equipo con el que se realiza el análisis de los racimos incorpora una cámara fotográfica, un sistema de iluminación con cuatro puntos de luz y diferentes algoritmos de adquisición y procesamiento de imágenes. Para comprobar la eficiencia del sistema, se caracterizaron 90 racimos de nueve variedades diferentes. Los datos obtenidos por el sistema de visión artificial se compararon con la evaluación de 14 expertos y se obtuvieron resultados correctos en más de un 85% de los casos.



El CSIC descubre un medicamento contra una enfermedad rara.

Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que el medicamento acetato de bazedoxifeno, empleado para la osteoporosis, es útil para tratar una enfermedad rara, la telangiectasia hemorrágica hereditaria, que causa sangrados que deterioran la calidad de vida de los pacientes.

Este hallazgo ha sido distinguido por la Agencia Europea del Medicamento con la designación de medicamento huérfano, que es aquel que trata enfermedades de muy baja incidencia (llamadas raras o minoritarias, que afectan a menos de 5 de cada 10.000 personas) y que no suele contar con inversión de la industria farmacéutica por ser poco rentable. La designación autoriza la realización de un ensayo clínico para poder comercializarlo.

La Telangiectasia Hemorrágica Hereditaria (síndrome de Rendu-Osler-Weber, o HHT, por sus siglas en inglés) es una enfermedad rara con una prevalencia media de 2 cada 10.000 personas en la Unión Europea. “Es una enfermedad genética que causa sangrados nasales frecuentes y manchas de color rojo en la cara, las manos y la boca. También provoca sangrados en órganos internos, como el pulmón, el cerebro, el hígado y la médula espinal”, señala la investigadora del CSIC Luisa María Botella, del Centro de Investigaciones Biológicas, quien ha dirigido el estudio.

“Esta enfermedad puede ser mortal, pero además sus síntomas deterioran la calidad de vida de los afectados, ya que, debido a la profusión de hemorragias, son frecuentes la anemia y la necesidad de transfusiones sanguíneas, sobre todo a partir de los 40 años”, añade. La Agencia indica que la HHT es una enfermedad que debilita a largo plazo y que puede suponer un riesgo mortal si se producen complicaciones, como sangrados internos y alteraciones en el cerebro, el hígado y los pulmones.
Dada la baja prevalencia de las enfermedades raras y la sintomatología particular de cada una, en general no existen remedios terapéuticos para tratarlas. Además, a la industria farmacéutica no le resulta rentable invertir en ensayos de medicamentos para enfermedades de baja incidencia. Por ello, desde un punto de vista farmacológico, las patologías raras son “huérfanas”.

Existen dos tipos de medicamentos huérfanos: los de nueva creación, específicamente diseñados para tratar una dolencia rara, y aquellos ya empleados en el tratamiento de otra patología y que, tras el preceptivo ensayo clínico, se revelan útiles contra alguna de estas enfermedades. Este tipo de fármaco, que se conoce como uso huérfano o segundo uso de un medicamento, es precisamente el que ha licitado el CSIC.

Esta designación europea es la segunda que consigue este grupo de trabajo del CSIC (la primera fue en el año 2010). Estos dos fármacos son los únicos medicamentos huérfanos reconocidos por la Agencia para esta enfermedad.



Un gen asociado al cáncer es clave en la diferenciación de las células del intestino durante el desarrollo.

Una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha caracterizado el proceso de desarrollo del intestino utilizando el modelo del pez cebra. El trabajo, publicado en  Nature Cell Biology, revela el papel de un gen, PLLP, en el correcto desarrollo de las células intestinales. Asimismo, demuestra su implicación en la regulación del oncogén NOTCH en el proceso de diferenciación del tejido intestinal. La investigación puede contribuir a la detección de dianas terapéuticas contra enfermedades como el cáncer de colon o el de páncreas.

Los investigadores han descubierto un mecanismo por el cual las células del tracto gastrointestinal adquieren la capacidad de diferenciarse durante el desarrollo. Lo hacen a través de la regulación de la señalización asociada a NOTCH, esencial para el desarrollo de la mayor parte de los tejidos, y que además está asociado al desarrollo de muchos tipos de tumores en humanos.

El tejido intestinal está compuesto por varios tipos celulares epiteliales, células que recubren el tracto que recorre el alimento. Estos tipos celulares intestinales provienen de un único tipo de progenitor, que prolifera y se diferencia adquiriendo estas funciones especializadas. Los investigadores han descubierto que en este proceso de diferenciación, PLLP desarrolla un papel fundamental.
Fernando Martín-Belmonte, investigador del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid) y responsable del trabajo, explica: “Las células requieren NOTCH para proliferar y regenerar constantemente el intestino, pero la actividad de NOTCH es también necesaria para que las células se diferencien correctamente. Todavía no comprendemos qué mecanismos son responsables de esta dualidad en las funciones de NOTCH. Esto es esencial, ya que la desregulación de NOTCH está asociada a muchos tipos de tumores”.

El estudio ha revelado que el proceso de endocitosis, el mecanismo por el cual las células intestinales absorben sustancias del exterior, se encuentra compartimentado en un segmento concreto del intestino. “Las diferentes células del intestino son extremadamente importantes para la correcta nutrición. Para un correcto funcionamiento de la nutrición, cada una de las funciones del intestino debe ser compartimentada”, destaca Martín-Belmonte.

El análisis de la formación del intestino en el pez cebra ha sido clave para descifrar los mecanismos moleculares involucrados en su diferenciación. Para compartimentar las funciones intestinales, el gen PLLP regula a NOTCH y estimula la diferenciación de las células que absorben el alimento en un segmento definido del intestino, contribuyendo al correcto funcionamiento de la capacidad nutritiva.



Descubierto un nuevo biopolímero parecido a la celulosa.

Un equipo liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto un nuevo polisacárido, un β-glucano parecido a la celulosa y que podría tener aplicaciones en los sectores químico, sanitario y alimentario. El estudio, publicado en el último número de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), muestra la novedosa estructura química de este biopolímero, así como los mecanismos bioquímicos que controlan su producción, realizada por un grupo de bacterias del suelo beneficiosas para las plantas.
Un método de producción de elevadas cantidades y alta pureza de este polisacárido ya ha sido patentado por el CSIC y la Universidad de Sevilla.

La celulosa es el polímero orgánico más abundante en la naturaleza y constituye la mayor parte de la fibra vegetal. La celulosa y sus derivados tienen múltiples usos como componente principal del papel o de tejidos como el algodón y el lino. También algunas bacterias producen celulosa químicamente idéntica a la de plantas, que por su pureza y propiedades cristalinas tiene importantes aplicaciones en medicina.

El polisacárido ahora descubierto forma también fibras parecidas a la celulosa. “Si bien el nuevo β-glucano de enlaces mixtos posee algunas propiedades similares a la celulosa, como su insolubilidad en agua, también presenta características propias, como ser más soluble en disolventes orgánicos. Esto permitirá nuevos usos y aplicaciones frente a la celulosa. Además, comparte propiedades con otras biomoléculas, como las que componen la llamada fibra de avena, de uso creciente en nutrición y dietética”, explica el investigador del CSIC Juan Sanjuán Pinilla, de la Estación Experimental del Zaidín, en Granada.

Además del CSIC, en este trabajo han participado investigadores de la Universidad de Sevilla y la Universidad Autónoma de Madrid.



Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) han visualizado paso a paso y a nivel microscópico cómo se fracturan determinados aceros cuando se aplican cargas extremas sobre ellos. Esto podría ayudar a mejorar estos materiales, presentes en la industria del automóvil.

Los científicos del Grupo de Tecnología de Polvos (GTP) de la UC3M han realizado esta investigación utilizando un microscopio electrónico de barrido para obtener imágenes de alta resolución (en torno a 10 nanómetros; un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro). La aplicación de técnicas novedosas de caracterización de materiales ha permitido conocer mejor el comportamiento a fractura en aceros sinterizados (aquellos fabricados a partir de polvos). De esta forma, han podido descubrir dónde "'nuclean' las primeras grietas y por dónde progresan preferentemente", explican los investigadores del GTP.

Los materiales objeto de la investigación son aceros sinterizados comerciales, obtenidos por pulvimetalurgia o tecnología de polvos y de uso extendido en la industria del automóvil. Los ensayos mecánicos y de caracterización in-situ realizados en el microscopio electrónico de barrido han sido esenciales para "entender los mecanismos de fractura" que hasta esta investigación "nunca se habían podido determinar, sino solo intuir", explica una de las autoras del trabajo, Elena Bernardo, del GTP de la UC3M.

En el estudio, publicado en la revista Powder Metallurgy, se han evaluado varios aceros presentes actualmente en el mercado. En concreto, se han analizado un acero Fe-C, un acero prealeado con molibdeno (grado Astaloy Mo, Höganäs AB), y el conocido Distaloy AE (Höganäs AB), que es hierro aleado por difusión con cobre, níquel y molibdeno. Los resultados han ayudado a entender la conexión entre microestructura y propiedades, que en estos materiales supone un reto tecnológico, al entrar en juego no solo las fases sino también la porosidad residual que compone su microestructura. José Manuel Torralba, catedrático del departamento de Ciencia e Ingeniería de Materiales de la UC3M y director adjunto del instituto IMDEA Materiales, destaca el papel fundamental de la porosidad en estos aceros: "La investigación ha revelado, entre otras cosas, que los poros más angulosos e irregulares son los primeros puntos de 'nucleación', es decir, los que inician la rotura".

Este trabajo ha permitido cumplir "el sueño" de cualquier científico dedicado a la Ciencia e Ingeniería de Materiales, pues hace visibles los cambios en la microestructura del material al tiempo que se está ensayando, comenta José Manuel Torralba. Además, la metodología utilizada "es aplicable a cualquier tipo de aleación" y no solo para comprobar su comportamiento bajo tensión, sino "también su comportamiento a alta temperatura". La investigación se ha llevado a cabo parcialmente en las instalaciones de la UC3M y se ha completado en IMDEA Materiales, un instituto de investigación financiado por la Comunidad de Madrid y la Unión EuropeaDesarrollan una metodología para conocer mejor cómo se fracturan algunos aceros



Una técnica permite obtener al momento imágenes de diagnóstico en 3D.

Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), de la Academia China de las Ciencias y de otras instituciones desarrollan una técnica que permite obtener imágenes tridimensionales de diagnóstico en tiempo real. Esto permite descubrir al instante todo tipo de procesos, desde cómo se desarrolla la mosca de la fruta hasta si se ha realizado una biopsia de forma satisfactoria.

Esta técnica emplea la Tomografía de Proyección Óptica, que es "como el análogo de los rayos X, pero utilizando luz", explica el investigador de la UC3M Jorge Ripoll, del departamento de Bioingeniería e Ingeniería Aeroespacial de la UC3M. Con esta técnica resulta posible utilizar marcadores ópticos que se emplean mucho con animales transgénicos, como la proteína fluorescente verde. Gracias a esto, se puede ver y la anatomía de organismos vivos como moscas o peces muy pequeños y las funciones que estos desempeñan.

Este trabajo, publicado recientemente en la revista Scientific Reports, permite seguir con imágenes tridimensionales el desarrollo de organismos vivos de hasta tres milímetros utilizados frecuentemente en investigaciones microscópicas, como el pez cebra o la mosca de la fruta. Esta última (Drosophila melanogaster), por ejemplo, posee un código genético donde se puede encontrar la contrapartida de más del 60 por ciento de los genes de enfermedades humanas.

El avance, señala el investigador, consiste en poder seguir el desarrollo de estos organismos que, normalmente, se presentan como opacos si se estudian con un microscopio convencional porque dispersan mucho la luz cuando se acercan a la edad adulta. "Permite llegar a visualizar nuevos estadios", apunta Ripoll. De este modo, apunta que, aunque "esta técnica no se puede utilizar en vivo en humanos porque nuestro tejido es muy opaco", sí se puede usar para "hacer medidas tridimensionales de biopsias, algo muy valioso para el cirujano", pues permitiría saber si la intervención fue como se deseaba.

La forma de poner en práctica esta técnica es sencilla, cuenta Jorge Ripoll: "Consiste en una fuente de luz que excita la fluorescencia y una cámara que la detecta" y solo tiene un requisito: "que la muestra rote", como si se le hicieran unos rayos X. Después, con esa información, "debemos construir una imagen tridimensional", explica.

El desarrollo de esta técnica ha sido posible gracias al apoyo, entre otros, de los investigadores de la Academia China de las Ciencias, quienes "se han encargado de desarrollar el software de forma que sea muy eficaz y rápida la obtención de imágenes", destaca. A la par, comenta que la tecnología en la que se basan las técnicas que emplearon sus colegas chinos tiene su origen en el desarrollo de videojuegos.

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